Juan José Cazorla es el primer hijo que obtiene una prueba positiva de ADN en Tucumán, en restos de desaparecidos. "Espero no ser el último", le dice a LA GACETA en la entrevista que concedió, en la que por primera vez se hace público su caso. Tiene 35 años, pero recién en 2007 pudo conocer su identidad. Gracias a la genética y a las pruebas de ADN, hace un mes se enteró de que los restos de su madre -desaparecida en 1976- estaban sepultados en el cementerio del Norte. Ahora le prepara un entierro en su Monteros natal. Su esposa, Ana Díaz, impulsó la investigación que permitió que Cazorla recupere su identidad.
Vivió más de 30 años sin conocer su identidad real
Prueba positiva en restos de desaparecidos.